02. Embarcadero

02. Embarcadero del Real Canal en Madrid

Embarcadero del Canal en 1863. Fot. Laurent

El Embarcadero del Canal era el complejo fluvial cercano a la Cabecera, destinado a ser el puerto terminal de Madrid. Se situaba al final del Paseo de Santa María de la Cabeza, entonces denominado Paseo del Canal, en el lugar donde hoy se alza el Puente de Praga.

Inicialmente, el Embarcadero fue tan sólo un conjunto de edificios útiles alrededor de la dársena, diseñados por el arquitecto Manuel Serrano en 1774; entre ellos un horno de yeso y almacenes, junto a los ya existentes lavaderos del Hospital General. Es importante recordar que en 1778 el rey Carlos III ordenó la compra del Canal tras la quiebra del promotor privado Martinengo. Desde ese momento el Canal perteneció a la corona, adquiriendo así la denominación de Real Canal de Manzanares.

En 1818, tras la Guerra de Independencia, se comenzó la intervención de mayor calado. Se le pidió a Isidro González Velázquez, nombrado a tal efecto arquitecto oficial del Canal, la mejora del complejo para estar a la altura de lo que representaba. Las obras consistieron en la ampliación de la dársena y la zona industrial, pero sobre todo la construcción de la Dársena Real (de uso exclusivo para la realeza), la reconversión del lavadero del Hospital en Casa de la Administración y la construcción de una portada monumental, una capilla neoclásica y otros elementos ornamentales. Hay muchos planos conservados sobre el Embarcadero, pero sólo una fotografía conocida que fue tomada por Jean Laurent en 1863, es decir al final de la historia del Canal, poco antes de ser enterrado.

El Canal había sido definitivamente clausurado en 1860. Se pretendió vender en parcelas para cultivo y las obras de fábrica como materiales de construcción reciclados. La parte urbana fue cedida al Ayuntamiento, que trasladarían allí el matadero municipal en la década de 1910, invadiendo parte del complejo del Embarcadero. Entre medias, en esos 50 años tras su cierre, los edificios fueron convertidos en un criadero de caballos, que siguió perteneciendo al Estado.

Actualmente no queda ya ningún edificio, ni las instalaciones portuarias, ni la capilla ni las oficinas, pero a pesar de ello, se preservó la portada monumental hasta la década de los 50, de la que sí nos llegó una imagen. Hoy día es posible imaginar cómo fue el complejo del Embarcadero, y ver su evolución, gracias a las reconstrucciones virtuales en 3D realizadas por el equipo de Javier Ortega de la ETSAM. Tales vistas fueron publicadas en 2009, en una investigación que se centró en el contexto urbano del Canal.

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