A 5,3 km de la Cabecera, la Tercera Esclusa del Canal se ubicaba en un entorno del río conocido como el vado de “Santiago el Verde”, por donde atravesaba la ganadería habitualmente. Por ello queda constancia que el puente en este caso sí era de fábrica.

La casa del peón conservador se arruinó y fue reconstruida en 1841 por el arquitecto Martín López Aguado. Tuvo, al igual que la Segunda, un molino harinero con maquinaria Stanford.

También sabemos que  hacia 1831 se hizo el malecón, o barrera de ribera, entre esta y la Cuarta Esclusa para evitar que el río se acercase demasiado y pudiese dañar al Canal en una eventual crecida. Este nombre aún perdura en la cartografía en el Camino del Malecón.

El conjunto arquitectónico se conservó en estado muy deteriorado hasta la construcción de la M-40 y el Nudo Súper-Sur, que ocupó la zona y acabó con los restos conservados. Es de suponer, que como en el resto de casos, la esclusa debía estar ya enterrada y si no han removido la tierra con las excavadoras, debe seguir ahí, bajo el Nudo de la M-40.